
Es bien sabido que el apisonador o bailarina representa una herramienta fundamental cuando hablamos de maquinaria ligera para construcción. Esto porque permite acceder a aplanar superficies de tierra o tepetate en situaciones donde la maquinaria pesada como el rodillo o la aplanadora no pueden acceder (ej. pasillos, terrenos angostos o de poco tamaño, etc.) y porque da un trabajo uniforme y de gran calidad. Sin embargo, lo que muchos no saben es que esto podría no conseguirse cuando se le da un uso incorrecto al apisonador.
¿Cuál sería entonces el uso correcto de este equipo?
Antes que nada, es necesario saber que el suelo donde se va a usar el apisonador debe estar solamente ligeramente húmedo, esto para evitar que la máquina se hunda y le implique al motor un esfuerzo mayor al levantar una cantidad mayor de tierra de la que se está compactando.
Esto pasa tanto cuando la superficie es demasiado seca o demasiado húmeda, ya que el apisonador fuerza de más su capacidad y puede llevar a un sobrecalentamiento del motor o avería en tiempos prolongados de trabajo bajo estas condiciones.
También es común para operadores menos experimentados pensar que la máquina se saldrá de control si no se ejerce una fuerte presión sobre ella (muchos incluso se recargan sobre ella). Esto es una práctica y una creencia incorrecta, ya que la máquina por si sola realiza su trabajo y en la dirección que elija el operador.
Por lo tanto, no debemos ejercer ninguna presión sobre ella (tampoco soltarla), ya que únicamente debemos sostener firme la agarradera con la fuerza de las muñecas y cuidar el terreno que se está compactando (cuidar no dirigirse demasiado a terreno solido como concreto o piso de acabado ya que puede resultar perjudicial para la máquina), y cuidar además mantenerla a una distancia adecuada del cuerpo.
Por último y no menos importante, cabe mencionar que el óptimo funcionamiento de este y de cualquier equipo, depende de su óptimo mantenimiento y cuidado.
Es necesario revisar constantemente sus niveles, especialmente previo a comenzar con la labor de compactación, revisar el estado de las bujías, cuidar la calidad del combustible (que no contenga residuos de agua u otras substancias), entre otras.
El apisonador es uno de los equipos más requeridos y necesarios en la industria de la construcción, y usarlo de forma correcta nos garantizará un terreno estable, uniforme, sólido y de una calidad indiscutible.